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Vigila tus pensamientos

La soledad y el silencio, dos términos de los que ya hemos hablado con anterioridad y de suma importancia para reeducar nuestros pensamientos. Recordar que tenemos la capacidad de elegir a que pensamientos damos poder y a cuáles no, es un tanto complicado cuando no tomamos conciencia de ello.


La realidad es que tendemos siempre hacía la negatividad y al sufrimiento, a tal grado que nos llegamos a hacer adictos a ellos, aunque no queramos admitirlo. Aquellos pensamientos a los que nos resistimos, invariablemente cobran fuerza, es por ello que un buen tip es que no nos identifiquemos con ellos; claro, podemos escucharlos, pero no apegarnos a ellos, verlos como simples ideas que van y vienen, pero no son nuestros, no son personales ni privados.





Tengamos mucho cuidado con los pensamientos negativos, estos se apoderan de nosotros, aunque no estemos conscientes, llegan a ser como una droga a la que nos hacemos adictos. Es por ello que en el momento en que vislumbremos cualquier tipo de pensamiento negativo empecemos por verlos de lejos, hacernos conscientes de ellos y no creerlos, de esta forma desaparecerán de la misma forma en que llegaron. El caso es observar estas ideas desde la distancia, tal cual si fuera la mente de otra persona y no tuvieran nada que ver con nosotros. Aquí es donde la respiración también juega un papel muy importante, al momento de exhalar imaginemos que toda la negatividad es expulsada de nuestro sistema con ese aire que estamos sacando; y al momento de inhalar, siente como el aire puro que va entrando limpia los bloqueos e impurezas, de esta forma visualizamos todo nuestro cuerpo lleno de luz. Es cuestión de repetir constantemente este tipo de respiraciones para que la neuroplasticidad de nuestra mente nos ayude de esta forma a modificar nuestra mentalidad y elegir el modo de pensar triunfador que merecemos.




Cuando notamos lo que dejamos nos hará más fácil tomar una decisión de una vez por todas. Si nos dejamos vencer por el ego y sus miedos nos desconectamos de nuestro poder creador y regresamos a ser víctimas, por lo que en lugar de vivir con fluidez sobrevivimos con esfuerzo. Todo a nuestro alrededor está marcado por causas y efectos, la causa será nuestra mente y el efecto las condiciones exteriores pasajeras. Si nos centramos en las causas soñaremos y lograremos cosas grandes. Es hora de arrancar la mala hierba de la negatividad y plantar la semilla donde florezcan buenos y positivos pensamientos, siempre activando la mentalidad creadora y poniéndola en práctica, prestando atención a las sincronicidades que van guiando el camino. Dejemos que el universo conspire para realizar nuestros más grandes deseos.




Con todo lo anterior en mente, es hora de contestar ciertas preguntas para entender donde estamos parados. Por ejemplo ¿Cuántos sueños has abandonado por creer que eran imposibles? ¿Cuántas veces te has conformado con algo insatisfactorio por dudar de ti? ¿Qué anhelas con todo el corazón y todavía no se ha manifestado? Después de analizarlo, ve por ello y entiende que te amas tanto que te concedes todo lo mejor en tu vida. Elige creer en ti, reemplaza el miedo por la fe incondicional y ¡atrévete a salir de tu zona de confort! Demos el primer paso y dejemos de conformarnos con lo conocido; ahora, a concedernos la vida de nuestros sueños.



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